Bajo un mar de teléfonos móviles y gentío, dos niños tratan de bailar. Les rodean decibelios de música y decenas de personas que siguen sus movimientos torpes y tímidos.
La pareja que ocupa el centro de atención apenas ha cumplido los 12 años. Las imágenes captan la ceremonia nocturna de pedida de mano de un matrimonio infantil un fenómeno ampliamente extendido en el país más poblado del mundo árabe que vuelve al primer plano público.
El vídeo de la ceremonia, difundido por las redes sociales, fue grabado en Ain Shams, un popular barrio del norte de El Cairo. Según las autoridades, que investigaron el suceso, la menor vive con su abuela, que confirmó la celebración pero trató de restarle importancia asegurando que se trataba de una “simple fiesta de compromiso”.
El principal problema es que no existe en la ley de familia local ningún artículo que fije la edad de matrimonio”, denuncia a EL MUNDO Suad Abu Dayyeh, una investigadora de la organización Equality Now. “Los menores que son obligados a casarse tienen supuestamente que esperar hasta cumplir los 18 años, que es cuando el contrato de matrimonio es registrado. Es un atajo para quienes perpetran el matrimonio infantil. Me niego a llamarlos padre o madre. Son auténticos perpetradores que violan los derechos humanos de los niños”, agrega la activista.
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