El Paraíso, Honduras.- En el tribunal de sentencia del municipio de Danlí, fiscales adscritos a la Fiscalía de la Niñez en El Paraíso, en juicio oral y público lograron que se le dictara una condena de 15 años de prisión a María Elena Rodríguez Rodríguez (39), por dos delitos de trata de personas bajo la modalidad de explotación sexual en perjuicio de dos menores de edad.
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De acuerdo con el informe elaborado por los agentes de la Unidad Transnacional de Investigación Criminal de la Dirección Policial de Investigaciones (UTIC- DPI), luego de una denuncia anónima se alertó a las autoridades que en la cantina “Cervecero Kimberly” y conocida popularmente como “La Tarraya”, mantenían a dos menores de edad trabajando hasta altas horas de la noche.
Asimismo, las investigaciones ejecutadas por la Fiscalía y la Policía establecieron que a finales del año 2017 e inicios del año 2018, las ofendidas fueron acogidas por la ahora sentenciada en la aldea El Obraje, Danlí, departamento de El Paraíso.
De ese modo, Rodríguez tenía una cantina llamada “Cervecero Kimberly” en la misma casa de habitación, una vez las ofendidas se encontraban en la vivienda de la imputada, esta les dijo que le ayudaran a atender los clientes, y que solo así tendrían hogar y comida, las menores sintiéndose comprometidas accedieron a ayudarle a atender a los clientes.
Transcurrido un tiempo Rodríguez las empezó a ofrecer a las menores a los clientes para ser explotadas sexualmente a cambio de dinero, la encausada les proporcionaba a las menores alcohol y drogas para anular su voluntad, manifestándoles que con eso estarían relajadas al momento del acto sexual con los clientes, los abusos contra las menores se extendieron entre cuatro a cinco meses.
Sin embargo, la explotación para las víctimas terminó luego que agentes policiales realizaron un allanamiento de domicilio el pasado 7 de septiembre del año 2018, en la casa de Rodríguez, en la que encontraron al interior de varios cuartos preservativos usados y nuevos, además se le decomiso dos teléfonos celulares, con los cuales llamaba a los clientes para coordinar los encuentros sexuales remunerados.
Tres años después del rescate, las ofendidas presentan problemas psiquiátricos, consistente en trastorno de estrés post traumático, así como trastorno depresivo mayor con pensamientos suicidas resultado de los hechos vividos relativos a la explotación sexual vivida.
Por otra parte, las víctimas fueron remitidas al hospital Mario Mendoza para tratar los daños psiquiátricos con tratamiento Psicofarmacológico (pastillas) y psicoterapéutico (terapia) por los pensamientos y actos suicidas.
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