Seúl, Corea del Sur.- El caso de la muerte de Jung-in una bebé de 16 meses de edad, la cual fue brutalmente golpeada por su madre adoptiva, causándole graves lesiones abdominales y hemorragias internas según reveló la autopsia.
La pequeña Jung-in, fue adoptada por Ahn y Jang en febrero del año pasado, bajo el programa coreano «Una Familia Promedio», donde el padre adoptivo aseguró que eran felices con la niña.
Sin embargo, su falsa felicidad escondía una historia de abusos contra la bebé.
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Los jueces del distrito sur de Seúl, han condenado a cadena perpetua a Ahn madre adoptiva que maltrató sin piedad a la pequeña y a cinco años de cárcel para su marido por colaborar e incitar al maltrato.
«Puesto que la acusada pisoteó sin piedad la dignidad y el honor como ser humano de la víctima, resulta razonable separar a la acusada de la sociedad por tiempo indefinido»
Expuso el tribunal en su veredicto, según informó la agencia Yonhap.
En las últimas dos décadas los tribunales surcoreanos rara vez han solicitado la pena de muerte, y solo han fallado a favor de la pena máxima.
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