Para Maura Lewinger, la muerte de su esposo “Joe Joe” -como ella misma lo llamaba- ha sido uno de los momentos más dolorosos en su vida. En medio de lágrimas y al ritmo de “The Bones” de la cantante Maren Morris, la norteamericana le dio uno de los regalos más significativos al amor de su vida, poco antes de morir.
Todo comenzó el pasado 16 de marzo, cuando Joe Lewinger sintió lo primeros síntomas del Covid-19, una enfermedad que ha generado estragos en Nueva York, ciudad donde vivía la pareja. De inmediato, Maura decide llevarlo al hospital, donde dio positivo a la enfermedad y fue ingresado a urgencias para ser tratado.
Durante su hospitalización, los médicos iban informándole a Maura los medicamentos que le suministraban a Joe para que lograra recuperarse, de hecho, en una publicación hecha por la norteamericana en su cuenta de Facebook el 24 de marzo, manifestó sentir esperanzas de que la pesadilla se terminaría.
“Hoy se cumplen 8 días desde que mi Joe-Joe fue ingresado en el hospital. Él no tiene ninguna condición de salud subyacente… es un hombre saludable de 42 años, que ahora está tumbado indefenso en una cama de hospital (…) Paso la mayor parte de mi día en FaceTime tranquilizándolo y respirando con él”, dijo en su publicación.
Cuadro respiratorio de Joe se vio afectado
Cuando Maura pensaba que Joe estaba recuperándose -el 28 de marzo- su respiración comenzó a fallar mucho más.
“Su sistema respiratorio estaba empeorando lentamente. Estaba completamente agotado y luchando con cada respiración (…) Era obvio que necesitaba un poco de alivio. El equipo médico decidió intubarlo después de que se volviera aún más angustiado. Esto significa que está en un coma inducido médicamente, y tiene un tubo en su tráquea mientras una máquina respira por él”, explicó en la plataforma digital, al tiempo que le pedía a sus familiares rezar por la salud de su esposo.
A pesar de que Joe contó con todos los cuidados necesarios, no logró salvarse del Covid-19.
Una triste despedida
Durante su estadía en el hospital, Maura estuvo muy conectada con Joe a través de videollamadas hasta su último día de vida. Fue por ese mismo medio donde ella le cantó “The Bones”, la canción de su boda, hasta que él cerró sus ojos para siempre.
“Mi Joe-Joe y yo teníamos tantas canciones que nos cantábamos el uno al otro y bailamos juntos... esta sin embargo, esta era nuestra historia de vida”, escribió en Facebook, en medio del inmenso dolor que sentía por haber perdido al amor de su vida.
